lunes, 19 de julio de 2010

Me parece ridículo que todos se esfuerzen por escribir bien, por buscar las palabras adecuadas para que sus textos parezcan coherentes. La única persona a la que le permito eso es a Willy, porque me lo imagino. Me imagino cómo le fluye, cómo no le cuesta nada. En cambio otras personas (a veces me incluyo) están tres horas buscando una palabra que tenga pinta para tratar de hacer más interesante su texto, o lo que sea. Cuando en realidad lo que importa es lo que se cuenta.
Conste que recién escribí una oración que no me gustó, y la borré.

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